EL BELÉN DE «EL PERFUMISTA»
En el auge de la tradición belenística de Alcalá hay una persona muy entrañable y apreciada por los alcalaínos que tiene mucho que ver en el asunto y desde hace mucho tiempo.
Me refiero a Luis Pérez Rey (1947), a quien por el nombre solo identificarán sus íntimos, pero si le llamo -con todos mis respetos- «el perfu» como hacían sus viejos amigos Ramón del Olmo (Hijo adoptivo de Alcalá) o el escritor José Mª Pinilla, y menciono que tiene la tienda de belenes más antigua y conocida de Alcalá, y me atrevería a decir que de todo Madrid, teniendo en cuenta que emisoras de radio y televisión locales y nacionales la han visitado durante más de cincuenta años para interesarse por el magnífico Belén que monta en su escaparate, lo recordarán mejor.
Y si añado que esa tienda se llama «El Perfumista», sin duda le reconocerán hasta las nuevas generaciones de aficionados al belenismo complutense que acuden a su tienda buscando a partes iguales tanto elementos para el Belén como los sabios consejos de Luis.
Un viernes de este mes de diciembre por la tarde atendió con amabilidad mi interés por la historia de su tienda. Lo hizo sin descuidar a sus clientes, que no paraban de entrar, y a algunos de los cuales llamaba por su nombre de pila.
Me contó que todo había comenzado con su padre, Florentino Pérez, que venía en tren desde Madrid con su maletín al hombro para vender perfumes en Alcalá, y al que a veces acompañaba cuando él tenía seis años. Fue su padre quien le introdujo en el negocio de la droguería y los perfumes, y también quien le inculcó el amor por los belenes, que le llevó a ganar un diploma de la Asociación de Belenistas de Madrid en 1951.
De tanto venir a Alcalá acabaron instalándose aquí, y en 1959 abrieron una droguería que llamaron «El Perfumista» en la calle Teniente Ruiz. Cada Navidad «El Perfumista» colocaba un sencillo Belén en su escaparate de 1,20 m. Me cuenta entusiasmado cómo en una ocasión al propietario de la pastelería Sevilla, que estaba cruzando la calle, no le quedó más remedio que fotografiar desde arriba el llamativo espectáculo que ofrecían 52 personas amontonadas mirando aquel Belén del escaparate de 1,20 m.
Entonces las figuritas compartían espacio con los productos de droguería y estaban puestas en tres alturas. Aquella disposición sorprendió tanto a los niños que al verla se preguntaban ¿cómo llegarían los Reyes Magos desde su repisa hasta la del Portal?. Para tranquilizarlos el Perfumista tuvo un gesto lleno de sensibilidad y construyó una rampa para unir las dos repisas. Lo que haga falta para salvaguardar los sueños y las ilusiones de los más pequeños.
En el año 1969 instalaron otra tienda en la calle Ronda Ancha, esta vez solo de belenes, y aquel Belén del escaparate fue creciendo a la par que el ingenio de Luis que por primera vez incluía la mayoría de las figuritas en movimiento. Eso era lo novedoso y lo que hacía del «Nacimiento de la calle Ancha o del Perfumista» una visita obligada cada Navidad.
Actualmente hay muchas opciones para ver belenes en la ciudad complutense, pero entonces la única alternativa era ver el que ponía el padre Manuel Palero en la Iglesia de los Jesuitas, el que montaran en casa de algún amigo o vecino o, como en este caso, los que se mostraban en los escaparates de algún comercio, aunque no era tan normal como hoy en día, y desde luego, ninguno hubiera alcanzado el realismo del de la «calle Ancha».
Su gran aportación fue aplicar a las concepciones belenísticas tradicionales innovaciones que en el mundo digital de hoy no extrañarían a nadie, pero entonces eran muy novedosas. Y es que se sirvió de un ordenador para coordinar los diferentes elementos automáticos y los ciclos de los movimientos y las luces.
Luis montaba multitud de escenas cotidianas en movimiento, con sonidos y música, los coordinaba como si fuera un director de orquesta y el resultado era un espectáculo visual que emocionaba a la chiquillería de entonces, y sigue dejando pegados al cristal del escaparate de su tienda a cientos de rostros que esperan ver su obra cada Navidad.
En su nacimiento no solo se movían las figuritas: la Virgen meciendo al Niño en sus brazos, un olivarero vareando un olivo, el alfarero haciendo un cacharro, la lavandera restregando la ropa en el río, un pescador tirando la caña, etc., sino que había vida, la que dormía por las noches al apagarse las luces de las casas, para volver a empezar al amanecer; la que residía en los detalles cotidianos como hervir agua en un puchero, gestos tan reales como la vida misma.
Ese era el secreto de su éxito. Entonces y ahora, a todos nos asombraba ver a un chaval trepando por una palmera o subiendo una montaña; cómo se regaba la huerta de un labriego, o cómo auténticos peces, no solo beben y vuelven a beber en el río, sino que nadan bajo el puente e interactúan con las figuras inertes que Luis ha puesto en la orilla. Muchos de aquellos personajes son un clásico del «Perfumista» y aún hoy sigue exhibiéndolos en su Belén.
Recordaba su amigo José Mª Pinilla en una publicación de 1996 del desaparecido Diario de Alcalá, y algunos de nosotros también, que además era muy llamativo poder contemplar elementos atmosféricos como llover, escuchar truenos antes de la tormenta, ver declinar el día o la niebla extendiéndose por un valle a la caída de la tarde, o la noche cerrada mostrando un cielo cuajado de constelaciones y estrellas brillantes. Y, por supuesto, amanecer frente a un relieve montañoso, cuyo perfil se inspiraba en una vista del municipio alicantino de Guardamar de Segura que -según afirmaba el escritor- tanto le gustaba a su amigo.
Completando aquel espectáculo de su memoria, sonaban los compases del Adagio de Tomaso Albinoni. En la actualidad también las piezas clásicas alternan con los villancicos que suenan en el exterior del establecimiento en horario establecido durante dos meses largos.
Se reconoce Luis detallista, meticuloso y perfeccionista, y lo confirma su yerno que trabaja con él en la tienda, añadiendo que de instalar el Belén de 25 m2 y las cerca de cuarenta figuras móviles se ocupa exclusivamente él. Constato que hay pasión en su conversación y me confiesa que se le eriza el vello cuando habla de las anécdotas que han surgido estos años alrededor del Belén.
Desde el principio su fama traspasó los límites del municipio y menciona que ya en los 80 se cortó la calle Ronda Ancha para que pudieran grabar las cámaras de televisión. El mismísimo José Mª Carrascal que presentaba un espacio de noticias a eso de la medianoche, informó sobre su Belén, lo que supuso para él recibir un aluvión de llamadas de madrugada de amigos y familiares ansiosos por contarle que lo habían visto.
Su establecimiento era un gran reclamo comercial para la calle, por eso sus colegas le pedían medio en broma que abriera la tienda todo el año para que las ventas fueran tan satisfactorias como los meses finales del año. Eso tampoco ha cambiado.
El Perfumista sólo abre desde principios de noviembre hasta el día de Reyes. Los siete días de la semana mañana y tarde. Su fama desde que dejara el centro urbano y se trasladara al Ensanche en 2003 no ha menguado. En 2016, por estas fechas, llegó a recibir hasta cinco autocares procedentes de Madrid y el resto de la provincia repletos de visitantes en visitas guiadas deseosos de conocer el Belén del Perfumista.
Su esfuerzo se ha visto recompensado en numerosas ocasiones con premios y reconocimientos, el último el año pasado cuando ganó el primer premio de escaparatismo de su distrito. El primero se lo dieron en 1994 cuando ganó el primer premio del concurso de escaparatistas de Alcalá.
En su página beleneselperfumista.com hay palabras tan entrañables como «tradición familiar, trato cercano y afable y una tienda de las de antes, donde nuestra prioridad es nuestro cliente y su Belén», y doy fe que así es. Como decía su amigo el escritor en el citado artículo, el auténtico perfume que Luis vendía era «el Nacimiento de la calle Ancha».
El horario de visita del Belén es de 12:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 todos los días hasta el 6 de enero. Mejor verlo por la tarde con la oscuridad para apreciar los efectos lumínicos. Antes de marcharme me recuerda el «Perfumista» que el próximo día 25 de diciembre Telemadrid volverá a emitir un reportaje grabado estos días en su tienda situada en la Avenida de los Jesuitas, 30 de Alcalá de Henares.
@complumiradas
Foto de Florentino Pérez, el «Perfumista» publicada en el libro «Alcalá vista por Ramón del Olmo», Ayuntamiento de Alcalá de Henares, 2004.