El Teatro Salón Cervantes es uno de los teatros más importante de Alcalá junto con el Corral de Comedias.
La única sala de espectáculos y teatro de Alcalá ha sido durante mucho tiempo el Teatro Salón Cervantes. Está situado en pleno centro de la ciudad, en la calle que lleva el apellido del escritor y junto a la calle Mayor. Es un local que ha sido teatro, sala de baile, cine y bingo, y tras la estupenda reforma de 1989, de nuevo un precioso teatro decimonónico.
A mediados del siglo XIX, en Alcalá existía una creencia, sin base histórica pero muy extendida entre los principales estamentos de la ciudad, de que la casa natal de Miguel de Cervantes estaba en una parte de la huerta del Convento de los Capuchinos -que hoy acoge un gran restaurante-, en la esquina de la calle Santiago con la calle Cervantes actual, que entonces se llamaba de la Tahona. El convento y su huerta, tras la Desamortización de Mendizábal, fue comprado por un particular.
En 1846, su propietario mandó colocar un busto de yeso del Miguel de Cervantes y dos lápidas conmemorativas en ese lugar, y consiguió que el ayuntamiento cambiase el nombre de la calle de la Tahona a Cervantes, nombre que ha llegado hasta nuestros días.
El Ayuntamiento barajaba comprar el solar de la huerta para levantar un teatro o un museo dedicado al escritor, pero no tenía dinero. Mientras tanto, en 1886 fue adquirido por otros propietarios que quisieron levantar un edificio según sus intereses privados y le devolvieron el busto y las lápidas al Ayuntamiento.
Sin embargo, se generó una gran polémica en la ciudad ante lo que se consideraba una afrenta a la memoria de Cervantes, lo que dio lugar a que el Ayuntamiento comprase una buena parte de la huerta y que un grupo de vecinos formasen la “Compañía constructora del Salón Cervantes”, que se hizo cargo de la edificación y acondicionamiento del teatro del que se había hablado. Para ello emitieron acciones por valor de 100.000 pesetas (equivalentes a 600 euros, pero del siglo XIX).
El Teatro Salón Cervantes se construyó en tan sólo 29 días, un auténtico hito de velocidad en el ámbito de la arquitectura. Su fachada es de estilo modernista, con trazos muy simples, de ladrillo. Se inauguró en la primavera de 1888.
La creencia de que el Teatro Salón Cervantes se alzaba sobre la ubicación de la casa de la familia de Cervantes todavía persistía en 1905, cuando se celebró el 3er Centenario de El Quijote, y por eso se colocó en ese momento una nueva placa -la anterior había desaparecido- recordando al “esclarecido hijo de Alcalá”. Hay que recordar que no fue hasta 1953 cuando el cervantista Luis Astrana Marín descubrió las pruebas de que la casa de Cervantes estuvo donde ahora se ubica.
En la posguerra, cuando estalló el polvorín militar de El Zulema en 1947, el Teatro Salón Cervantes se usó para atender a los heridos, dado que tenía el único generador eléctrico en toda Alcalá, aparte del propio del Ayuntamiento.
El edificio, tal como atestiguan algunas fotos antiguas, estaba en bastante mal estado en 1920. Esto llevó a que se ejecutara una importante reforma en 1925, y es cuando las fachadas de ladrillo se pintaron de rojo y las molduras de las puertas y ventanas de blanco, tal como ahora lo conocemos. También se amplió el aforo y en la segunda planta de los palcos, que eran de madera, se sustituyeron por una estructura de obra.
Tras la guerra civil, es cuando el teatro se convirtió en cine. El edificio, que en 1973 también fue sala de baile, de nuevo quedó abandonado. De forma que se vendió y se convirtió en sala de bingo en 1979, hasta que el Ayuntamiento lo compró en 1986.
Tres años después, en 1989, la Comunidad de Madrid lo reformó completamente para que volviera a ser el teatro decimonónico que había sido, con su patio de butacas, palcos y escenario. Por eso hoy está integrado en la red de Teatros de la Comunidad de Madrid.
Fuente: https://culturalcala.es/espacios/salon-cervantes/