VISITA AL PARQUE ARQUEOLÓGICO DE COMPLUTUM PARTE III
La Casa de los Grifos
He dejado para el final de este bloque dedicado a la ciudad romana de Complutum dos edificios muy importantes y emblemáticos del yacimiento, que están bajo cubierta, la Casa de los Grifos, situada junto al Foro, y la Casa de Hippolytus, en la Av. de Madrid, junto a la Ciudad deportiva El Juncal, algo apartada del parque arqueológico.
La Casa de los Grifos es una de las domus más grandes excavadas en Complutum hasta el momento. Se llama así por ser los seres mitológicos que decoran algunas de sus pinturas murales.
Aún se encuentra en proceso de excavación y ocupa una manzana completa, 900 m2 y 24 espacios, lindando con el foro. Fue construida hacia el 60 d.C., y estuvo en uso 250 años.
Remodelada en varias ocasiones, fue en una de éstas, a principios del siglo III d.C., mientras los pintores redecoraban el ala oriental del edificio, cuando se produjo un incendio y se decidió derribarla. La suerte quiso que los muros de una de sus salas principales cayeran a plomo y se ocultaran unos sobre otros guardando casi intactas sus pinturas.
Salvando las distancias, es como una micro Pompeya donde se han encontrado restos pictóricos en doce ambientes, enlucidos decorados y cornisas molduradas. Su excepcionalidad radica en que se ha conservado toda la superficie de la vivienda, además de las pinturas murales.
Destaca del conjunto el gran salón de prestigio (habitación E para los arqueólogos) que existía en todas las casas romanas señoriales donde el propietario realizaba actos sociales, grandes cenas, recepciones, etc. cuyos restos de pintura mural han permitido hacer una reconstrucción completa y fiel de la estancia original.
Todo en ella está concebido para crear ilusiones ópticas encaminadas a la creación de una gran escenografía destinada al disfrute del dominus y, sobre todo, para demostrar al visitante su poder económico y prestigio social. Es tal su importancia y buen estado que posiblemente sea la mejor colección de pintura mural romana de España y una de las más completas de Europa.
Originalmente, era una casa con peristilo central, compuesto por un patio con jardín y pozo, rodeado de pórticos, sustentados por columnas y separados del jardín por un pretil.
Los vanos de las distintas estancias se abrían a los pórticos, y al fondo se encontraba una gran habitación, el citado salón de prestigio (triclinium). Remataban el conjunto otros espacios típicos en todas las residencias aristocráticas: el tablinum (salón grande), las alae (estancias gemelas), los cubicula (dormitorios), la culina (cocina), el lararium (altar doméstico), las estancias de servicio, despensas, letrinas, habitaciones de la servidumbre, e incluso tiendas abiertas a la calle (tabernae) que eran propiedad del dueño de la casa y que regentaba un liberto o un esclavo.
Esta casa amplía el panorama de las ya existentes en Complutum y conocidas parcialmente desde los años setenta: La Casa de Baco, la de Leda, la de los Cupidos y la de los Peces, de las que conocemos únicamente parte de sus estructuras y pavimentos que son los que les han dado nombre.
Continúa en el siguiente post sobre la Casa de Hippolytus…
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